Lo hemos escuchado más de una vez. Dejar el alto rendimiento es una difícil decisión y en el tenis lo es más aún, considerando que su práctica se extiende como pocas disciplinas lo pueden hacer, de manera recreativa y competitiva, a través de lo que conocíamos como categoría Senior.
Eso fue lo que le sucedió a Álvaro Loyola (41 años), quien dejó el profesionalismo el año 2008, pero se animó a volver a competir el 2014, beneficiado con una invitación al primer Futuro de dicha temporada.
Después de ocho años, el actual entrenador de la Rama de Tenis del Club de Polo y Equitación San Cristóbal se dio una oportunidad más en el deporte blanco, siendo parte del Máster Tour. Tras buenos resultados en un par de torneos del circuito, integró el equipo chileno que nos representó en los mundiales por equipos e individual para las categorías desde +30 hasta +45, perdiendo un solo partido en el ITF World Team Championships categoría +40 y llegando a las semifinales singles del ITF World Individual Championships, en +40.
Álvaro, ¿Cómo fue la previa a esta participación, ¿Cómo te preparaste antes de viajar a Lisboa?
“Ocho o seis meses atrás decidí jugar tenis a buen nivel, porque empecé a jugar pádel y sentí que, si hay algo que hago bien en la vida, eso es jugar tenis. Entonces decidí quemar unos cartuchos, pero de otra forma, no como cuando jugaba torneos Futuro y toda esa dinámica, de tratar de vivir del tenis, sino que, con una buena pega y más grande, con otra manera de resolver problemas del lado deportivo. Tenía referencias que el tenis máster es muy físico, era tener buen rendimiento físico para aguantar una cantidad de partidos, con la tensión, etc. Entonces, lo primero que hice fue meterme a un gimnasio, con gente dedicada al deporte, entonces trabajé en un centro de entrenamiento que se llama ICCUS, con kinesiólogos especializados en deporte, tres veces por semana porque estoy con harta pega, pero en los horarios donde tenía algunas lagunas iba al gimnasio, cerca de mi trabajo y ahí podía llevar un entrenamiento para este objetivo que era el mundial”.
¿Y la parte tenística?
“Como tenía poco tenis, porque hago clases de tenis, no tenía como prepararme bien, pero sabía que el tenis no era lo que yo realmente necesitaba entrenar, porque había un back up detrás que me permitía confiar, así que el gimnasio me dio un fondo y jugué el Omar Pabst, ITF 700 que me lo gané, después fui a Lima, un ITF 1000 que perdí en cuartos de final con el número uno del mundo, un argentino que me ganó fácil y ahí me di cuenta realmente cuánto necesitaba prepararme para jugar este mundial. Desde lo físico pensé que tenía la chance de prepararme mejor, lo hice de la mejor manera posible y en este torneo, donde salimos séptimos en el torneo por equipos, y yo entre los cuatro mejores en el individual, me parece súper positivo, en mi primera experiencia después de tantos años sin haber jugado, así que, fabuloso”.
En lo personal te fue muy bien, ganaste casi todos tus partidos en ambos eventos del mundial, ¿Esperabas llegar tan lejos, te preparaste para ello?
“Aquí tengo una dualidad, porque finalmente sé lo que puedo llegar a jugar por el nivel de tenis, pero no sé cuánto físico me va a acompañar en mi travesía tenística, estamos grandes, juego en la categoría +40. Me di cuenta en este mundial que los europeos están constantemente jugando interclubes, están todos muy fit, pero yo no me quedé atrás porque sí me preparé, me falta un poco en ese aspecto, pero igual competí, entonces la proyección o a donde podría haber llegado, nunca sentí que podía estar lejos de hacer una buena ronda. En equipos sí sentí que hay que tener un equipo consolidado y con un nivel parecido para poder administrar bien el recurso físico, como lo hizo España, como lo hizo Francia, como lo hizo Italia, que sus equipos eran parejos, entonces jugaban singles, luego dobles, a la siguiente serie se intercambiaban, los singlistas jugaban dobles y viceversa. Al jugar el torneo individual yo ya estaba un poco bajo físicamente, pero tenísticamente me sentía bueno en comparación al resto, por lo tanto, suplía por ahí. Ahora, a la semifinal llegué reventado, pero estaba dentro de los cuatro mejores, me siento super pagado”.
Sin duda el trabajo tuvo sus frutos, pero seguro que hubo cosas que las experimentaste en Portugal. En la suma, ¿Cuáles son las claves para obtener este buen resultado?
“Yo creo que le metí más, soy capaz de resolver situaciones más complejas con más tranquilidad, porque jugué tenis profesional y estoy maduro de algún modo y eso lo suplí al físico que no tuve, por ahí yo creo que estuvo la gracia de haber llegado a semifinales de este mundial”.